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RECORRIDO POR LAS MURALLAS DE IBIZA. | |||||||
La población antigua de Ibiza, Dalt Vila (la villa alta), tiene una característica muy particular: la de hallarse dentro de un recinto fortificado que con el de la Valetta en la isla de Malta, son los únicos ejemplares de fortificación abaluartada que se conservan completos en Europa. Ello hace que sólo por este hecho ya sea un monumento de primera magnitud, y con su complemento de torres de defensa, iglesias fortificadas y torres de refugio prediales, los únicos existentes en la isla. | |||||||
Las razones para que desde la más remota antigüedad, una pequeña isla como la nuestra, se la dotara de tan impresionante fortificación, responde a varias causas: La principal es su privilegiada situación en el Mediterráneo occidental, en el punto más próximo a las costas peninsulares, constituyendo con Formentera el último eslabón en la cadena de islas que marcaban la ruta más corta que llevaba a los navegantes orientales hacia el mítico reino de Tartesos en busca de los metales; lo que las hacía ser codiciadas a fin de tener expedito el camino. Estas razones unidas al ser una tierra grata y bien provista de agua y de sal, hicieron que su posesión fuese deseada. A ello sumamos que el Mediterráneo en todos los tiempos estuvo infestado de piratas y corsarios, y que a pocas horas de navegación de la isla, se encontraba Argel, la más importante de sus guaridas, no ha de resultar extraño que Ibiza desde siempre precisara disponer de las defensas adecuadas para ponerse a cubierto de los numerosos peligros que la acechaban. El ingeniero Juan Bautista Calvi fue la persona encomendada de realizar la sustitución de los sistemas defensivos medievales por las nuevas fortificaciones abaluartadas, nacidas para hacer frente al creciente poder de la artillería, en cuya práctica era un consumado maestro. Calvi marchó por orden de la Gobernadora, y dejó al frente de las obras debidamente instruido, al maestro ibicenco Antonio Jaime, al que nombró maestro mayor y municionero con la obligación de tenerle al corriente de la marcha de los trabajos. Pero a la muerte de Calvi, y al estar construyendo la muralla con la que quedaba cerrado el recinto ideado por Calvi, el también italiano Jacobo Paleazzo, el Fratín, que a su muerte le había sustituido como ingeniero mayor de Felipe II, vio la necesidad de ampliar la fortificación con un séptimo baluarte que permitiera dejar dentro de ella al Puig de Santa Lucía, en que se había formado un burgo de marineros y comerciantes y que era necesario proteger. |
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Iniciaremos el recorrido delante del Mercado Viejo, en la plaza de la Constitución.
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Puerta del Mar | |||||||||
Rampa de acceso a la Puerta del Mar | Puente levadizo | ||||||||
Tras
el ingreso se penetra en un zaguán de bóveda de medio cañón
partido en dos mediante un arco. Al fondo la puerta, sin el portón. Desde el zaguán se pasa al patio de armas, espacio abierto rectangular adosado a la contramuralla que forma un ángulo recto con aquel. Sus lados sur y este están recorridos por un porche lleno de arcos de medio punto. |
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Interior del zaguán | ||||||||
Patio de armas | ||||||||
Plaza de Vila. | |||||||
Hacia su mitad y a la derecha veremos lo que parece una torre, se trata del ojerón de la cara derecha del primitivo baluarte de San Juan. En el fondo de la calle, el inicio de la calle de la Santa Cruz. | |||||||
Este baluarte es el mayor de todos, siendo asimétrico por ser su cara derecha mayor que la izquierda. Desde su plataforma se puede contemplar una espléndida panorámica de Dalt Vila por un lado, y por el otro del barrio de la Marina y todo el llano de la Ciudad y del puerto. | |||||||
Ojerón del Baluarte de San Juan | |||||||
Calle de Santa Cruz | |||||||
Sala
de armas y almacenes a prueba. Se encuentra en la parte derecha del baluarte de San Juan, y servia para atender las necesidades de la guarnición. Hoy, reconvertido en Museo de Arte Contemporáneo. |
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